1. La Incertidumbre en el Sector Hortofrutícola
La reciente aprobación del Reglamento (UE) 2025/40 del Parlamento Europeo y del Consejo, con fecha del 19 de diciembre de 2024, marca un punto de inflexión decisivo en la gestión de envases en la Unión Europea. Para el sector de frutas y hortalizas, este cambio no es solo una modificación legislativa, sino un desafío estructural que reconfigurará la cadena de valor, desde el campo hasta el punto de venta. La entrada en vigor de esta normativa, que en gran medida reemplaza a la anterior Directiva 94/62/CE, ha generado una considerable inquietud entre los gerentes de operaciones y directores de compras. La preocupación no se limita a entender el texto legal, sino a descifrar sus ramificaciones operativas y económicas: la necesidad de reevaluar las líneas de producción, el posible aumento de costes, y el riesgo de incurrir en sanciones por incumplimiento.
En este contexto de transformación, es esencial contar con una hoja de ruta clara y bien definida. Este documento tiene como objetivo desmitificar la complejidad del reglamento, traduciendo sus disposiciones técnicas en estrategias prácticas y comprensibles. A lo largo de esta guía, se demostrará cómo los inminentes desafíos pueden ser transformados en oportunidades tangibles para la innovación, el liderazgo de marca y la mejora de la eficiencia operativa. En lugar de percibir la normativa como una carga, las empresas pueden adoptarla como un catalizador para la modernización y la creación de una ventaja competitiva sostenible.
2. Desentrañando el Reglamento (UE) 2025/40:
2.1. Principios Fundamentales y Objetivos
El Reglamento (UE) 2025/40 establece un marco legal armonizado para los envases y residuos de envases en toda la Unión Europea. Un aspecto crucial de esta nueva norma es que, al ser un reglamento y no una directiva, su aplicación es inmediata y vinculante para todos los Estados miembros, sin requerir una transposición a la legislación nacional. Esto unifica el mercado de envases y simplifica el entorno regulatorio para las empresas que operan en múltiples países de la UE, lo que permite una planificación estratégica a largo plazo y reduce los costes de adaptación a diferentes normativas nacionales.
El reglamento se fundamenta en los principios de la economía circular, con el fin de evitar y reducir los efectos adversos de los envases y sus residuos en el medio ambiente y la salud humana. Para lograrlo, se han establecido objetivos ambiciosos y cuantificables en varios frentes:
- Prevención de Residuos: La UE se ha fijado objetivos temporales de reducción de residuos de envases per cápita con respecto a los niveles de 2018. Estas metas son del 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040.
- Reciclaje y Contenido Reciclado: El reglamento persigue que todos los envases sean reutilizables o reciclables de manera económicamente viable para 2030. Para ello, se han definido objetivos específicos de reciclaje para diferentes materiales. Por ejemplo, para 2025 se exigirá un reciclado mínimo del 75% para papel y cartón y para 2030, este porcentaje subirá a un 85%. En el caso del plástico, se establecen porcentajes de contenido reciclado a partir de residuos plásticos postconsumo, calculados como un promedio anual por planta de fabricación:
- 2030: 30% para envases de tereftalato de polietileno (PET), 10% para otros plásticos aptos para el contacto, 30% para botellas de plástico de un solo uso para bebidas y 35% para el resto de envases de plástico.
- 2040: Estos porcentajes aumentarán significativamente a 50%, 25%, 65% y 65% respectivamente.
2.2. Requisitos de Sostenibilidad y Ecodiseño:
El concepto de «reciclable» ha sido redefinido bajo este reglamento para ir más allá de la teoría. Ahora se exige que los envases tengan un «diseño para el reciclado» (Design for Recycling o DfR), lo que significa que deben estar diseñados para ser efectivamente reciclados a gran escala en las infraestructuras de la UE, produciendo materias primas secundarias de una calidad suficiente para sustituir a las vírgenes.
Para evaluar la reciclabilidad, se ha establecido un sistema de clasificación por rendimiento.
Calidad por resultados de reciclabilidad |
Diseño para el reciclado (DfR) |
Evaluación del reciclado a gran escala |
Aplicabilidad |
A o B |
≥ 80% |
Cumplimiento con los umbrales de reciclado a gran escala | Obligatorio a partir del 1 de enero de 2038. |
C |
≥ 70% |
Cumplimiento con los umbrales de reciclado a gran escala | Obligatorio a partir del 1 de enero de 2030. |
Técnicamente no reciclable |
< 70% |
No cumple los umbrales | Prohibida la introducción en el mercado a partir del 1 de enero de 2030. |
Este sistema de clasificación impulsa a las empresas a replantear la composición y el diseño de sus envases, priorizando materiales y estructuras que permitan un reciclaje eficiente y de alta calidad.
Además de la reciclabilidad, la normativa aborda la composición química de los envases. Se prohíbe el uso de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) en envases para alimentos a partir del 12 de agosto de 2026. De igual modo, se establece un límite máximo de 100 mg/kg para la suma de concentraciones de metales pesados como plomo, cadmio, mercurio y cromo hexavalente. Estas restricciones tienen como fin mejorar la seguridad del consumidor y la calidad de los materiales reciclados, facilitando así una economía circular «libre de sustancias tóxicas».
3. Impacto Directo en el Corazón del Sector Hortofrutícola
3.1. La Prohibición del Plástico de un Solo Uso:
El punto más crítico para el sector hortofrutícola es la prohibición del uso de envases de plástico de un solo uso para frutas y hortalizas frescas no procesadas en presentaciones inferiores a 1,5 kg. Esta medida entrará en vigor el 1 de enero de 2030, y afectará a formatos tan comunes como bandejas, bolsas, redes y otros recipientes de plástico.
Si bien el reglamento contempla excepciones limitadas por razones de higiene o para evitar el desperdicio de alimentos, estas se consideran la excepción, no la regla. El mensaje es claro: la industria debe migrar hacia soluciones de embalaje alternativas. Esto ha generado una reacción unánime en el sector, con asociaciones como FEPEX advirtiendo sobre el riesgo de un aumento en el desperdicio alimentario, una caída en el consumo y una pérdida de información para el consumidor al eliminarse los envases plásticos. El sector nacional necesita que su legislación se adapte a esta normativa europea para garantizar la homogeneidad.
La clave para superar este reto es adoptar soluciones que no solo cumplan con la normativa, sino que también contrarresten las preocupaciones de la industria. Los envases de cartón, por ejemplo, pueden mitigar el riesgo de deterioro de los productos al permitir una ventilación adecuada y evitar la acumulación de calor, ayudando así a prolongar su vida útil.
A continuación, se presenta una cronología clave de los plazos más relevantes para la industria del embalaje y el sector hortofrutícola.
Tabla 1: Cronología del Reglamento (UE) 2025/40 y su Impacto Directo en el Sector Hortofrutícola
Hito Regulatorio |
Fecha Límite |
Descripción |
Prohibición de PFAS | 12 de agosto de 2026 | No se pueden introducir en el mercado envases para alimentos con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas. |
Prohibición de envases de plástico de un solo uso para frutas y hortalizas frescas <1.5 kg | 1 de enero de 2030 | Se prohíben los envases de plástico de un solo uso para frutas y verduras frescas de menos de 1.5 kg, incluyendo redes y bandejas. |
Umbral de reciclabilidad ≥ 70% (Calidad C) | 1 de enero de 2030 | Todo envase que se introduzca en el mercado debe tener una reciclabilidad mínima del 70%. |
Umbral de reciclabilidad ≥ 80% (Calidad A o B) | 1 de enero de 2038 | El umbral de reciclabilidad para todos los envases se eleva a un mínimo del 80%. |
4. Desafíos y Oportunidades Estratégicas
4.1. Los Desafíos a Superar:
La adopción de nuevas regulaciones conlleva inevitablemente una serie de desafíos. Uno de los más significativos es el coste de la inversión inicial en la adaptación de las líneas de producción. Las empresas del sector se enfrentarán a la necesidad de adquirir nueva maquinaria de embalaje capaz de trabajar con materiales alternativos al plástico, como el cartón. Esta inversión es un punto de preocupación, ya que implica la reorganización de procesos que han estado estandarizados durante décadas. Además, el sector ha manifestado su preocupación de que la eliminación del plástico, un material con probadas propiedades de conservación, pueda conducir a un aumento del desperdicio alimentario, un riesgo que contradice otros objetivos de la UE.
Finalmente, el endurecimiento de la normativa se traduce en un mayor control gubernamental, un incremento de los requisitos de trazabilidad y el riesgo de severas sanciones económicas por incumplimiento. La complejidad de la normativa y la necesidad de una meticulosa evaluación de conformidad pueden resultar abrumadoras para muchas empresas, generando una barrera adicional en el proceso de adaptación.
4.2. Las Oportunidades para el Liderazgo y la Innovación
A pesar de los desafíos, la transición regulatoria ofrece un campo fértil para la innovación y el liderazgo en el mercado. La sostenibilidad ya no es una tendencia, sino una demanda creciente y rentable por parte de los consumidores. De hecho, un estudio reciente muestra que el 57% de los consumidores españoles está dispuesto a pagar más por frutas y hortalizas envasadas en materiales sostenibles, como el papel y el cartón. Las empresas que actúen de manera proactiva pueden capitalizar esta demanda, fortaleciendo su imagen de marca y conectando con una audiencia más consciente.
La inversión en la automatización de las líneas de embalaje con cartón, aunque un coste inicial, representa una oportunidad para modernizar la eficiencia operativa. La automatización no solo aumenta la productividad y la rapidez del proceso, sino que también libera mano de obra de tareas repetitivas, reduce el desperdicio de material y optimiza los costes de transporte gracias a la ligereza y el diseño apilable del cartón. Esto se traduce en un rápido retorno de la inversión.
Además, los requisitos de etiquetado digital, como el uso de códigos QR, se transforman en una poderosa herramienta de comunicación. Estos códigos pueden ser utilizados para ofrecer información detallada sobre la trazabilidad del producto, su origen, la historia de la marca o incluso consejos de consumo, creando un vínculo de confianza y transparencia con el cliente final. El ecodiseño se convierte, por tanto, en una ventaja competitiva, no en una obligación, al permitir a las empresas diseñar envases más eficientes, rentables y atractivos.
5. ENBOX como Socio Estratégico en la Transición
En este panorama regulatorio y de mercado, la elección del socio de embalaje es fundamental. ENBOX se posiciona como la solución natural y prevalidada para afrontar las exigencias del Reglamento (UE) 2025/40. Sus envases de cartón 100% libres de plástico no solo cumplen con la inminente prohibición para frutas y hortalizas de menos de 1,5 kg antes de 2030, sino que también se alinean con las expectativas del mercado y las futuras regulaciones de sostenibilidad.
La oferta de ENBOX va más allá de un simple sustituto del plástico. Sus soluciones de cajas de cartón están diseñadas para ser una mejora funcional. El fajado (banding) y las bandejas de cartón, por ejemplo, permiten una óptima ventilación, un factor clave para mantener la frescura de los productos y reducir el desperdicio alimentario, abordando directamente una de las principales preocupaciones del sector.
Además, el cartón ofrece una superficie ideal para una impresión de alta calidad y diseños atractivos, permitiendo a las empresas potenciar su marca y comunicar su compromiso ecológico de manera visualmente impactante.
El proceso de transición con ENBOX está diseñado para ser sencillo y eficiente. Las soluciones de embalaje de cartón son compatibles con maquinaria de embalaje automatizada, lo que facilita su integración en las líneas de producción existentes y reduce la interrupción operativa, Enbox y Graphic Packaging International han desarrollado conjuntamente la barqueta termosellable Synergy de cartón, que combina eficiencia, sostenibilidad y compatibilidad total con las líneas de termosellado existentes. Ejemplos en otras industrias, como el reemplazo de anillos de plástico por cartón para bebidas, demuestran la viabilidad y el éxito de estas soluciones a gran escala. Esto proporciona una prueba de concepto sólida de que la migración hacia el cartón no solo es posible, sino también una decisión empresarial inteligente y sostenible.
6. El Momento de Liderar es Ahora
El Reglamento (UE) 2025/40 marca un punto de no retorno en la industria del embalaje. Los desafíos son reales, pero la inacción no es una opción. Las empresas del sector hortofrutícola que adopten una postura proactiva y estratégica se posicionarán para liderar el mercado, satisfacer la creciente demanda de sostenibilidad y optimizar sus operaciones a largo plazo. La elección de los envases ya no es solo una cuestión de funcionalidad, sino un reflejo del compromiso y la visión de una marca.
La solución de ENBOX, con su oferta de embalaje 100% sin plástico, representa un camino claro y probado para navegar esta transición. No se trata de un simple cambio de material, sino de una oportunidad para modernizar, innovar y generar valor en un mercado cada vez más competitivo. La inversión en sostenibilidad es, en última instancia, una inversión en el futuro de la empresa.
No dejes que la incertidumbre te detenga el nuevo Reglamento (UE) 2025/40 y descubre cómo ENBOX puede simplificar tu transición al embalaje sostenible sin plástico..